Condiciones de trabajo y trabajo sostenible

Las principales conclusiones de la investigación de Eurofound sirven de base para que los responsables políticos aborden algunas de las cuestiones clave en este ámbito.

• La mejora de las condiciones de trabajo es crucial para los trabajadores y las empresas. Es preciso considerar muchos aspectos diferentes de la calidad del empleo. Los empleos de buena calidad permiten a las personas desarrollar vidas laborales más largas y mejores, contribuyendo al trabajo sostenible y a un equilibrio positivo entre la vida laboral y la personal.
• En general, las condiciones de trabajo en la UE están mejorando, aunque el ritmo de los avances sea gradual. El progreso no ha sido tan rápido para algunos grupos de trabajadores: depende del tipo de contrato de trabajo, del sector y del nivel educativo alcanzado.
• Hay muchas maneras de mejorar las condiciones de trabajo y la calidad del empleo en la UE. Sin duda, los gobiernos tienen un papel importante que desempeñar en el establecimiento del marco por medio de la regulación. Pero también los trabajadores, los empleadores y sus organizaciones son agentes importantes. Para muchas dimensiones de la calidad del empleo, el lugar de trabajo es donde se produce el cambio.
• Solo una quinta parte de las empresas europeas han encontrado el secreto para lograr un nivel óptimo de bienestar y rendimiento empresarial en el lugar de trabajo. Se ha demostrado que los lugares de trabajo de «alta inversión y alta participación» ofrecen los mejores resultados a los trabajadores y a los empleadores, impulsando el rendimiento y mejorando la calidad del empleo mediante el aumento de la autonomía de los empleados, la potenciación de la participación de los trabajadores y la promoción de la formación y el aprendizaje.
• Muchas personas tienen dificultades para conciliar los compromisos laborales y no laborales, en particular los padres y otros cuidadores. Si bien las modalidades de trabajo flexibles pueden ayudar a abordar estos problemas, también plantean retos. El teletrabajo, por ejemplo, ofrece más libertad para elegir cuándo y dónde trabajar, pero también puede traducirse en jornadas laborales más largas e intensas y en una mayor dificultad para desconectar del trabajo.
• El aumento del teletrabajo durante la pandemia de la COVID-19 ha puesto de manifiesto la difuminación de la línea entre trabajo y vida personal. Muchos gobiernos e interlocutores sociales están debatiendo iniciativas sobre el «derecho a desconectar» para evitar que amplios segmentos de trabajadores corran el riesgo de sufrir agotamiento físico y emocional.
• En el futuro, los interlocutores sociales deberían tratar de incluir disposiciones para los trabajadores sobre el carácter voluntario del teletrabajo o la idoneidad de tareas específicas para el teletrabajo en cualquier marco jurídico o acuerdo. También será esencial aclarar cómo pueden contribuir los empleadores a los gastos asociados al trabajo desde casa, así como las garantías de igualdad salarial y acceso a la formación de quienes teletrabajan.